Ojalá
y nunca cayeran tus párpados
Rápidos
como un rayo y simples como la arena.
Sentir
tu mirada a la batalla
Puede
conquistar el imperio de la más intensa alma.
Tus
pupilas cafés, como una constelación
Y el
palpitar vacio, lleno de inspiración.
Tus
sabanas aun esperan
Frías
portadoras de sueño
A un
hombre valiente
Capaz
de descubrir tu cielo.
Le
daré honor de ocasión
Al
que dé en el edén de tu corazón.
Porque
bella mujer no faltas
Siempre
estas presente en preocupación y mente.
Y
puede que todo caiga
Que
el mal de un paseo a tu vida
Pero
jamás bajes tu sonrisa
En
defensa de tu alegría.